El ocaso del humor machista
Humor y estereotipos de género en los medios de comunicación: de la cotidianidad al rechazo
Un reportaje multimedia de Ana L. Moreno
La cosificación de la mujer en televisión
Los medios de comunicación, como sabemos, tienen un papel fundamental en nuestro comportamiento y, por supuesto, en la representación del humor. Así pues, todo lo cómico que encontramos en una viñeta publicada en prensa o en un programa de televisión tiene un poder sobre la sociedad: su aparición lleva a su legitimación o aceptación. En España, especialmente, el contenido televisivo tiene una fuerte influencia en el público (como en cualquier país con un modelo mediático polarizado), por lo que, es común que los espectadores y las espectadoras no se planteen demasiados juicios sobre ello, aunque esto está mutando poco a poco con el cambio generacional.
Nuria Quintana y Juan F. Paz en “El humor que no da risa. El sexismo en los programas de entretenimiento televisivo” manifiestan una serie de dualidades que se producen en los programas de entretenimiento más mediáticos del país, como son El Hormiguero, El Intermedio, Tonterías las justas o Sé lo que hicistéis. Para contextualizar, ambos autores explican que “en las parrillas televisivas españolas, los programas de entretenimiento basados en la actualidad informativa utilizan con frecuencia los estereotipos de género como apoyo para la comicidad”, aplicando el término de “infoshow”. A continuación, veremos ejemplos audiovisuales de algunos de los distintos dismorfismos televisivos mujer-hombre que se valen del recurso cómico conocido como pseudoperiodismo satírico.
Una de las dualidades más comunes en los programas de infoentretenimiento españoles es "la mujer objeto de deseo/el hombre depredador". Se presenta a la mujer como un objeto al que admirar y al hombre como ese admirador, por lo que se produce una clara cosificación. Típicamente se puede validar este comportamiento ya que por tradición se entiende que la mujer está siendo halagada.
Otra de las ideas que subrayan los autores es la representación infantil de la mujer en contraposición con la madurez del hombre. Este dismorfismo lleva a la infantilización y contribuye al imaginario femenino normativo.
La pareja de "la mujer bella/hombre simpático" es bastante arquetípica y patenta la creencia de que las mujeres tienen un deber a la hora de mostrarse guapas y atractivas, mientras que a los chicos les basta con ser agradables.
En este vídeo de Código Nuevo la psicóloga Lidia Infante analiza la cosificación y el machismo en la televisión actual. Como podemos observar,estos comportamientos se blanquean ya que tienen apariencia de ser inocuos.
Cabe añadir que puede ser peligroso para la infancia que se muestren este tipo de comportamientos en televisión ya que los programas mencionados suelen verse en familia. Como describe María Ángeles San Martín en “Cauces éticos necesarios para una televisión de calidad”: “la televisión es un medio omnipresente en la vida familiar, ya que los niños pasan más tiempo frente al televisor (entre tres y cinco horas diarias) que frente a sus profesores”. Recuerda, una de las funciones de los medios de comunicación que suele ser la más descuidada: el carácter formativo y educativo.
Cambios
desde las aulas hasta la sociedad
Pese a la permanencia del machismo en televisión uno de los ámbitos donde el humor se produce es en los colegios e institutos, a menudo puede estar relacionado con el bullying. Para comprobar como las nuevas generaciones adolescentes y el propio profesorado ha cambiado con el movimiento feminista hablamos con el profesor de secundaria Fernando de la Cruz.
De la Cruz comenta que en su centro, el instituto malagueño Juan Ramón Jiménez, detecta distintas actitudes machistas con respecto al humor dependiendo de los factores sociales y familiares que rodean al alumnado.
Estos cambios también se extrapolan a la sociedad en su conjunto. Un ejemplo de ello son los muchos cómicos que han mutado su perspectiva y se han deconstruido. El humorista andaluz Manu Sánchez hacia alarde de su visión feminista en un tweet hace unos años. Aunque por el contrario algunos cómicos como Jorge Cremades siguen haciendo apología del machismo.
Los expertos Antonio Calvo y Esther Linares hablan de la evolución del humor y los cambios a los que contribuye, tanto a nivel individual como colectivo.
La polémica de la Chocita del Loro
El 18 de junio de 2021 la directora de los tres teatros madrileños La Chocita del Loro, famoso por su stand up comedy, hizo unas declaraciones escandalosas en el programa de la Cadena Ser Hoy por Hoy. Laura Sánchez Vegas dijo que"las mujeres hacen un humor de víctimas o muy feminista", cuando le preguntaron el motivo de que solo hubiera una cómica en su cartelera. Días más tarde, reafirmando la opinión de la directora, el gerente de las salas, Francisco Carretero dijo que las mujeres vendían menos, provocaban menos risas y por eso no contrataban a más hombres.

Entrada del teatro La Chocita del Loro.
Esther Linares sobre la polémica.
Algunos cómicos abandonaron la sala de comedia como Manuel Chacón y Jaime Caravaca. Las redes sociales se llenaron de mensajes contrarios a dichas declaraciones, la reacción de las cómicas, sobre todo, evidenció que en España sí existen muchas mujeres artistas. Moderna del Pueblo, por ejemplo, reivindicó a través de una de sus viñetas este caso, mencionando a artistas como Martita de Graná e Inés Hernand.
Por su parte, numerosas cómicas como Eva Soriano, Ana Morgade o Pilar de Francisco mostraron su intolerancia hacia este tipos de comentarios por parte de personas que se dedican al mundo del humor.
A raíz de este suceso, Florentino Fernández mencionó en una entrevista de El Mundo que "si contrataban a menos mujeres era por cuestión de talento, no sexo". Raquel Sastre, cómica de humor negro, hizo un hilo en Twitter quejándose de la situación que viven las cómicas en España, ya que si no se contratan no es por falta de gracia sino por culpa de la poca visibilidad que quieren ofrecer los medios de comunicación.
La banalización del dolor:
humor y violencia de género
Uno de los cometidos del humor puede ser, como ya hemos visto, restar importancia a situaciones incómodas o dolorosas, sin embargo, esto puede llevar a la banalización o incluso normalización de distintas violencias a colectivos discriminados, como las mujeres. En este caso, la violencia de género puede ser protagonista de chistes. La psicóloga e investigadora Mónica Romero-Sánchez recuerda que “en la interacción social, el humor es una especie de situación de juego (...). No obstante, el humor no siempre es utilizado de una manera prosocial, y en muchas situaciones es también una forma de comunicar mensajes ofensivos, sarcásticos o de agresión hacia otros”.
Según Iraide Álvarez en "Entre la violencia simbólica y la resistencia feminista:el humor como herramienta simbólica" las expresiones machistas del humor pueden traer consigo la aceptación de los discursos hegemónicos que hacen posible la dominación de parte de la cultura patriarcal, "concibiendo una situación de violencia simbólica que da continuidad al sistema y a la dominación masculina". Existe un caso con mucha proyección sobre la burla hacia la violencia de género. En la Nochevieja de 199o el dúo cómico Martes y 13 parodió el maltrato machista de una manera que a día de hoy sería impensable. Uno de los componentes del grupo, Millán Salcedo, que en este caso interpretaba a una mujer maltratada pidió disculpas por ello en 2016.
Por otro lado, la monologuista Pamela Palenciano ha sufrido el desprecio de algunas personas hacia la violencia machista que vivió, haciéndole sentir culpable incluso. La sociedad muta y nos damos cuenta de que la violencia machista es un tema preocupante y del que no se puede hacer humor. Escucha el testimonio de Palenciano.
Arquetipos machistas
María del Mar Rivas Carmona en "Retratos multimodales de la masculinidad y el machismo: reivindicación en las viñetas humorísticas" nos plantea una serie de arquetipos machistas. Partiendo de la base de que el machismo ha sido objeto de estudio por sus características psicoculturales, discursivas, connotaciones sexuales y por antítesis, con el feminismo se conforman a través de las viñetas humorísticas una serie de patrones comunes. Los arquetipos nacen de una serie de viñetas que reivindican la realidad social, es decir, son una crítica feminista, una reacción al machismo.
El primer modelo es el del machista ‘por convicción’. En este caso en las viñetas suelen tener por protagonista a un hombre que se siente superior, es decir, el machismo se hace patente, según Rivas Carmona el machista es "activo".
El machista ‘por tradición’ es aquel hombre que se plasma con pasividad, que tiene comportamientos machistas que derivan de no cuestionarse siquiera los roles, de participar de lo establecido. Estos cosas pueden instar a la risa más aún, ya que también puede verse al protagonista como un ignorante, a su vez bebe del rol masculino que defiende que los hombres no se dan cuenta y no hacen daño a propósito.
En el arquetipo del machista ‘por derecho’ el hombre actúa con condescendencia, hace ver a la mujer, en general, que su actitud benévola merece gratitud por la otra parte.
El machista ‘controlador’ “perpetúa la desigualdad evitando el acceso a la información”. Precisamente es el extremo opuesto al machismo pasivo, que no tiene información ni se cuestiona los roles, el controlador sí conoce la situación machista y sabe que si la mujer se percata de la relación desigual estará en peligro de perder sus privilegios.
Frente a este último paradigma se establece el machista ‘dependiente’, aquel que vive a expensas de la mujer, que es totalmente pasivo teniendo en cuenta la toma de decisiones vitales o incluso su propia supervivencia, como alimentarse por sí mismo. En este caso podría pensarse que la mujer tiene un control real sobre su vida e incluso sobre la del hombre caricaturizado, sin embargo, a menudo representa el agobio y el peso que supone para las mujeres atender dichas necesidades masculinas.
En palabras de la autora de esta clasificación "en las viñetas analzadas se presta atención a consecuencias en la vida pública de las actitudes machistas, como son la desigualdad salarial, el acceso a cargos de responsabilidad, el reconocimiento histórico y la perpetuación de roles".
Un ejemplo muy característico del arquetipo del hombre dependiente puede apreciarse en la seria animada Los Simpson, que además es una de las más longevas en la historia de la televisión y que tiene pretende hacer una crítica social mediante el humor negro. Su protagonista principal, Homer Simpson, forma parte del imaginario colectivo y representa a un hombre machista, vago, alcohólico e inútil. Según la la tesis de Alejandro Tovar Los simpson (1989-1997) y la representación de tres problemáticas esenciales de la sociedad contemporánea la serie muestra "el cambio de paradigma de la mujer del siglo XX a la del siglo XXI".
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"Marge, hija de inmigrante francés, sensible y leída, tiene aspiraciones que se truncan cuando conoce a Homer y a partir de su matrimonio se convierte en una mujer plegada a los deseos de su familia y a las necesidades de su marido", así habla Tovar de otro de los personajes pricipales de la serie: Marge, la esposa de Homer, una mujer sumisa que ve en su hija Lisa la posibilidad de escapar de los patrones machistas en los que ella vive.
El siguiente vídeo muestra una recopilación de algunos momentos de la serie en el que podemos observar el machismo de algunos personajes.